“La educación disipa las tinieblas de la ignorancia y encamina a las sociedades rumbo a una mejor calidad de vida”. Es una verdad que, desde antaño, ha sido capaz de engrandecer la dignidad humana, al poner en práctica su predicamento.
Eldorado se caracteriza por ser una comunidad en transición, gradualmente ha dejado atrás los usos y costumbres propios del campo, para abrirse impetuosamente ante la modernidad y el progreso. Tal revolución trajo consigo necesidades nuevas que satisfacer, entre ellas: la apertura de instituciones de nivel superior, en donde los jóvenes fragüen su futuro en aras de cristalizar, en su totalidad, el tan anhelado cambio.
Por tales motivos, me complazco en darles la Bienvenida haciendo mención de que el Instituto, gustosamente, recibe con los brazos abiertos a sus generaciones venideras, porque son ustedes quienes, al elegir la Institución, nos otorgan verdadera identidad como un Instituto formador de ingenieros, que, con una actitud entusiasta y emprendedora, y con un espíritu de compromiso, impulsan el crecimiento de su gente.
Las carreras que se imparten en nuestra institución están vinculadas con la realidad del entorno donde viven y con espacios orientados a las posibilidades que les ofrece la región, esto con la finalidad de que una vez egresados se incorporen con mayor facilidad al campo laboral.
Reitero una profunda felicitación, y desde este momento les otorgo íntegramente mi confianza, porque vislumbro a los ingenieros ejemplares del mañana.